Introducción

Durante más de dos décadas, mi relación con el movimiento ha sido una constante búsqueda de precisión, libertad y presencia.

La danza contemporánea me enseñó a habitar el cuerpo desde la escucha y la investigación; el Pilates clásico, a estructurar esa energía con control y conciencia.

Ambos lenguajes comparten un mismo propósito: entender el cuerpo como una herramienta de autoconocimiento.

La danza contemporánea: el cuerpo como territorio de exploración

La danza contemporánea no es solo técnica, es una forma de pensamiento corporal.
Cada gesto nace de la observación, de la respiración y del espacio interno que se activa al moverse.

Durante años trabajé como intérprete y coreógrafo en proyectos donde el cuerpo era laboratorio, lenguaje y canal expresivo.

Conciencia y libertad en el movimiento

sin conciencia corporal, no hay arte; sin alineación, no hay libertad.

Esa búsqueda de equilibrio entre la estructura y la expresión fue lo que me llevó, inevitablemente, al método Pilates clásico.

El método Pilates: precisión, fuerza y control

El Pilates clásico, desarrollado por Joseph Pilates, propone una relación consciente entre mente y cuerpo.
Cada movimiento se origina desde el centro (“powerhouse”), se organiza en la respiración y se ejecuta con intención.

La danza y el PIlates comparte estas características: control, alineación y presencia.

Puedes leer más sobre mi enfoque personal en Pilates clásico y movimiento consciente.

 

Principios esenciales del método

  • Control. No solo muscular, sino mental.

  • Alineación. Cada vértebra, cada articulación, en diálogo con la respiración.

  • Presencia. La atención total en cada transición.

“El verdadero equilibrio se alcanza cuando la precisión técnica se une con la fluidez interior.”

Del escenario al estudio: una misma conciencia

Hoy, desde mi práctica del Pilates clásico en Girona, reconozco que la danza y el Pilates son dos formas de una misma búsqueda: la unidad cuerpo-mente.

El escenario y el reformer, el suelo y la respiración, el gesto y el control… todos son espacios donde el cuerpo aprende a hablar otro idioma: el de la conciencia.

 

“El verdadero equilibrio se alcanza cuando la precisión técnica se une con la fluidez interior.”

La práctica como vía de comprensión

Acompaño procesos donde el cuerpo no se corrige, se comprende.

Donde la técnica se convierte en una vía hacia el equilibrio y la libertad interior.

Movimiento consciente: más allá del ejercicio

El movimiento consciente es la base de toda mi práctica.

No se trata solo de fortalecer músculos, sino de habitar el cuerpo con sensibilidad, de descubrir cómo cada respiración ordena el pensamiento y libera la emoción.

El método Pilates: precisión, fuerza y control

El Pilates clásico, desarrollado por Joseph Pilates, propone una relación consciente entre mente y cuerpo.

Cada movimiento se origina desde el centro (“powerhouse”), se organiza en la respiración y se ejecuta con intención.

Pilates como meditación activa

El Pilates se convierte así en una meditación activa, una práctica que une la anatomía con la presencia y la energía con la forma.

Conclusión

La danza me enseñó a moverme con alma.
El Pilates me enseña a moverme con conciencia.

Ambos caminos convergen en un mismo punto: el cuerpo como templo, espacio de conocimiento y transformación.

Si quieres conocer más sobre mi trayectoria y cómo he integrado danza, anatomía y técnicas energéticas, visita mi formación y trayectoria profesional.

“Cada movimiento, cuando se hace con atención, se convierte en un acto sagrado.”

Soy Antonio Izquierdo, artista del movimiento y futuro instructor de Pilates clásico en Girona.

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